El presidente de Estados Unidos, Donald Trump se está quedando cada vez más solo luego del ataque al Capitolio, el que fue calificado por muchos como un intento de golpe de Estado para mantenerse en el poder.
A los senadores demócratas que condenaron lo ocurrido el miércoles pasado, se sumaron los parlamentarios del Partido Republicano, quienes pidieron la destitución del mandatario estadounidense.
Lo mejor para la unidad del país sería que dimitiera”, dijo en ABC Adam Kinzinger, legislador en la Cámara de Representantes y primer republicano en pedir el jueves que el presidente fuera declarado “no apto” para ejercer sus funciones.
En conversación con CNN, el senador Pat Toomey afirmó que Trump “cayó en un nivel de locura (…) absolutamente impensable”, desde que perdió las elecciones frente a Joe Biden.
Ahora fue la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, quien rompió el silencio en una carta de despedida y en la que condena el asalto al Congreso. «La violencia nunca es aceptable», dijo.
«Ruego a las personas que detengan la violencia, que nunca hagan suposiciones en virtud del color de la piel ni usen la diferencia de ideologías políticas como base para la agresión y la crueldad», dice el documento.
Melania considera los cuatro años en la Casa Blanca como «el honor de mi vida» y pidió que la gente se una por el bien común y el bien de la nación.
«Debemos escucharnos los unos a los otros, centrarnos en lo que nos une y sobreponernos a lo que nos divide», señaló, donde además recordó a los fallecidos tras el ataque al Capitolio.
También se refirió a la pandemia del coronavirus, que calificó como «el enemigo invisible» y el dolor que ha significado la pérdida de seres queridos. «Aarrasó nuestro hermoso país. Todas las naciones han experimentado la pérdida de seres queridos, el dolor económico y los impactos negativos del aislamiento».
Agregó que como primera dama «ha sido inspirador ser testigo de primera mano de lo que la gente de nuestra nación hace por los demás, especialmente cuando estamos más vulnerables»
«Todos los días recordemos que somos una nación bajo Dios. Dios los bendiga a todos y Dios bendiga a los Estados Unidos de América», finaliza la carta.
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