Se cumplen más de 1.000 días desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, un conflicto que comenzó como una guerra “exprés” y se ha convertido en una crisis prolongada con consecuencias devastadoras.
Más de 350.000 fallecidos, millones de desplazados, infraestructura destruida y una economía ucraniana al borde del colapso. La sombra de un desenlace nuclear aún amenaza al mundo.