San Francisco se convirtió en la primera ciudad en prohibir la venta de agua embotellada en la calle. La medida afecta a vendedores en parques, camiones de comida, ferias locales y centros de convenciones. La única excepción será si es que no hay fuentes de agua común en un radio cercano.
La moción aprobada está en contra de la industria del plástico, de esta manera esperan controlar la contaminación que genera el uso excesivo de botellas.
Como se sabe, el plástico es uno de los desechos que más afecta al medio ambiente, se demora 100 años en ser biodegradable, y de las 167 botellas de agua que un estadounidense usa al año, solo recicla 38 envases.
Este movimiento se ha visto hace algún tiempo en parques nacionales y universidades en Estados Unidos. El objetivo principal es reducir los desechos de plástico.
De no cumplir la ley, las multas llegan hasta los mil dólares. La meta es eliminar totalmente los desperdicios para el año 2020, porque para satisfacer la demanda de botellas de agua en Estados Unidos se usan 17 millones de barriles de petróleo al año, suficientes para llenar de gasolina a 1.5 millones de autos.
Se espera que este solo sea el comienzo de un estilo de vida, donde todo lleven botellas reutilizables. Además de poder acceder totalmente gratis a fuentes de agua.