El pasado miércoles 27, la niña de 8 años fue invitada a jugar a la casa de su vecina. La madre con toda la confianza hacia sus vecinos envió a su hija.
La vecina comentó a la madre de Camila que nunca había llegado a la casa. Tras la desaparición de la pequeña, la madre empezó a recibir llamadas exigiendo un rescate por la liberación.