Desde hace años que los zoológicos han sido puestos en tela de juicio, sobre todo en algunos casos donde pareciera que la preservación y el cuidado es menos importante que la exposición de los animales al público. En ese sentido, la propuesta de un recinto ubicado en Harrismith, Sudáfrica, resulta única, pues mediante “jaulas humanas” permite disfrutar a los visitantes en primera fila de los leones, de manera totalmente segura, tanto para los animales como para las personas.
El New York Post lo ha denominado como un “zoológico inverso”, el que se ha convertido en una verdadera atracción en la región para todos aquellos amantes de los animales que no tienen miedo a enfrentarse a una de las especies más feroces del planeta.
La organización GG Conservación asegura que no hay nada de peligroso en la experiencia. Las jaulas, hechas de hierro y placas de acrílico industrial, permiten que los animales se acerquen a los humanos e incluso se suban encima de la construcción sin ningún problema para ninguna de las partes implicadas. “La seguridad tanto de nuestros huéspedes como de los leones es la máxima prioridad”, explicó la directora Suzanne Scott al medio estadounidense.
La vista en la jaula dura 45 minutos, por un precio que oscila entre los 130 y 200 dólares. “Es un santuario sin ánimo de lucro que depende únicamente de las donaciones”, aclaró Scott. “Las tarifas de las jaulas nos ofrecen unos pequeños ingresos que nos ayudan directamente a alimentar y proteger a los leones a nuestro cargo”, agregó.
Los felinos de esta reserva, 77 en este momento, provienen de ambientes de cautividad o zoológicos cerrados. Para ellos, estas visitas humanas suponen un “estímulo mental y físico”, aseguró la directora.
“No podemos garantizar cómo reaccionarán los leones, pero nos esforzaremos por que tengan una experiencia fantástica”, se puede leer en la página web de la organización, que lleva dos años ofreciendo este servicio desde que un fotógrafo alemán, habitual del lugar, les regalara esta caja para que pudieran recaudar dinero de una manera diferente.
La reserva anima a todos a usar el tiempo enjaulados para realizar fotografías de los felinos, pues nunca tendrán la oportunidad de tenerlos tan cerca.
“Nuestra exclusiva jaula permite a los fotógrafos profesionales obtener increíbles instantáneas a través de nuestras ventanas fotográficas especiales y también que el resto de no profesionales tengan una experiencia de adrenalina increíble cerca de los animales más temidos del mundo”, dice su cuenta de Instagram.
Foto: GG Conservation.