Un joven pasó cinco años encarcelado por un homicidio que no cometió, tras ser acusado injustamente por haber hablado con la víctima una hora antes del crimen. Durante el proceso no se presentaron pruebas sólidas en su contra, pero igual fue privado de su libertad.
El abogado Miguel Godoy, quien llevó la defensa, explicó en #LasobremesadeIDM que esta es una muestra de las graves falencias en el sistema judicial, destacando la urgencia de reformas para evitar que inocentes enfrenten condenas injustas. Aunque ahora se corrigió el error, el daño ya está hecho.