Una asquerosa sorpresa se llevó un pequeño niño en Texas, cuando al darle un sorbo a su gaseosa se dio cuenta de una extraña presencia al interior de la botella.
La familia del pequeño de 3 años le dio la gaseosa para que se refrescara mientras viajaba en el asiento trasero. Al no beberse el contenido completo, los padres del menor decidieron cerrar el envase.
Al otro día, cuando alguien quiso dar un trago, se dieron cuenta que algo flotaba en la botella de Dr. Pepper, descubriendo a un roedor ahogado.
Ante el hecho, los padres inmediatamente llevaron al niño al pediátrica para descartar cualquier tipo de enfermedad.
El abuelo del menor, John Graves, reportó el caso ante el estado de Texas y el Centro de Control de Enfermedades. La empresa, por su parte, pidió el envase para realizar los estudios correspondientes.