En uno de los rincones de la Plaza de la Libertad en Asunción se encuentra un personaje que es reconocido por todo quién pasa a su lado o pretende cambiar su suerte con los juegos de azar. Se trata de Gustavo Ayala, conocido cariñosamente cómo "Pingüino" debido a que nació sin brazos, discapacidad que no ha mermado su vida y se dedica a trabajar cada día desde que tenía seis años. Hoy ya tiene una familia y lleva casado más de 32 años, fue así como sacó adelante a su hijo y a su esposa, demostrando que un impedimento solo esta en nuestra mente, ya que quién realmente no quiere trabajar siempre buscará una excusa.