Muchos disfrutan de los placeres simples de la vida como salir a bailar, ir a un bar por unos tragos con los amigos o quedarse en casa a beber unas copas.
Sin embargo, las consecuencias del día siguiente de la juerga no está dentro de las mejores cosas de la noche anterior, especialmente si todo se salió de control y terminamos borrachos.
Muchas soluciones existen para evitar esa molesta resaca, desde beber agua antes de dormir hasta consumir alimentos bajos en grasas y azúcares al día siguiente. Además, existe otro secreto que aunque muchos hemos visto en las películas, muy pocos practicamos: la ducha.
Y es que ducharse borracho podrá evitar que te sientas como una bolsa de basura cuando abras los ojos, tras una noche de descontrol y alcohol, mucho alcohol.
No se trata de lavarse el cabello o de quedarse en un largo baño de tina, simplemente debes dejar que el agua caiga por tu cuerpo un rato. Esto te ayudará a levantarte más limpio y fresco, junto con ayudarte a que pases todo el día tirado en la cama gracias a una resaca que no le desearías ni a tu mayor enemigo.
A medida que tus poros absorban agua, disminuirá de la deshidratación que causa el alcohol, lo cual genera molestias corporales, estomacales y, sobre todo, un horrible dolor de cabeza.
Inténtalo la próxima vez que bebas y ¡verás que el mundo es un lugar mejor!