Una desagradable situación vivió una familia estadounidense, luego de que fueran expulsados de un restaurante de Washington después de que la mujer, Ruby Meeden, amamantara a su bebé dentro del local.
“Nos dijeron que nos fuéramos y nunca regresáramos, después de estar sentados durante 45 minutos esperando el servicio con mi sobrina de seis años y mi hijo de dos años”, explicó el padre, Aaron. “No nos dieron una razón de por qué, así que dejamos una reseña en Google. Una estrella”, añadió.
Era de esperar que dejaran una mala reseña después de lo vivido, pues su mujer tan solo había satisfecho las necesidades de su pequeño, que también tenía hambre. Ruby amamantó al bebé de cara a la pared más cercana en la que estaban sentados y dando la espalda a la gente.
Un detalle que no fue tomado en cuenta por el dueño del restaurante, que no sólo contento con expulsarlos de malos modos, dejó una respuesta en la reseña de posterior de la familia. “Nunca más traigas a tus mocosos a amamantar aquí”, escribió. “Mi restaurante, mis reglas. Se como gente decente, no como animales, hay lugares para todo y este lugar no es para amamantar a tus hijos, lo siento”, agregó.
La familia compartió lo sucedido a través de su cuenta de Facebook, lo que llevó a que decenas de indignadas madres se concentraran en las puertas del local en señal de protesta. Finalmente, el dueño del restaurante cerró sus puertas.
Foto: Shutterstock.