Sophie Pass y su novio Richard, residentes en Edimburgo decidieron aprovechar un día cuyo clima era perfecto para disfrutar de la naturaleza. Entonces, tomaron rumbo hacia el norte de la capital escocesa y se detuvieron en una zona con un precioso lago.
La pareja aprovechó para relajarse, nadar y sacarse fotos, hasta que se desató una tormenta eléctrica y se refugiaron en su automóvil. En su vehículo, comenzaron a mirar los selfis que se habían hecho y se dieron cuentan que estuvieron muy cerca de que les cayera un rayo, publica La Nación.
“Tuvimos un día increíble nadando en un lago precioso. El agua estaba en calma, había brisa para mantener alejados a los mosquitos, una buena combinación de sol y nubes, un paisaje impresionante, ¡las condiciones perfectas!”, relató Pass a un medio local.
“Al terminar de nadar, decidimos dar un paseo por la orilla, que es un lugar perfecto para hacerse fotos porque tiene unas vistas increíbles. Al revisar una de las instantáneas, Richard se dio cuenta de que mi pelo estaba completamente erizado. No pude sentirlo, y solo entonces me percaté de que su cabello también estaba de punta. En ese momento, había un poco de llovizna pero nada que pareciera demasiado peligroso. No nos percatamos de los relámpagos”, comentó la joven en su Facebook.
“Nuestro instinto y nuestro nivel de física de secundaria nos hicieron sospechar que esto del pelo erizado no era nada bueno y que estuvimos en una situación muy peligrosa sin darnos cuenta. Después supimos, por otros excursionistas, que varios rayos cayeron en la zona”, añadió Richard, sobre la suerte que tuvieron de no ser afectados por uno de esos rayos.
Foto: Facebook.