A principios de mes, un pequeño murciélago del zoológico de Londres se ha hizo famoso por su gesta y trágico final. Este mamífero volador viajó casi 3.000 kilómetros desde la capital del Reino Unido hasta la localidad rusa de Molgino para acabar muerto tras recibir un zarpazo de un gato.
El animal, una hembra del murciélago Nathusius’ pipistrelle, tenía una anilla del recinto londinenses en su ala y fue encontrada al borde de la muerte en el pueblo ruso tras ser atacada por un felino. Pese a ser llevada a un centro de rehabilitación no pudo sobrevivir a las heridas.
La Fundación para la Conservación de los Murciélagos del Reino Unido, que ha sido la encargada de dar a conocer esta historia, está francamente asombrada por este gran vuelo: “Se trata de un viaje extraordinario y el más largo que conocemos de un murciélago de Gran Bretaña a través de Europa”.
El ejemplar, llamada Olympian, y su épico viaje servirán para conocer más sobre los movimientos migratorios de estos animales entre el Reino Unido y el continente, pues los expertos todavía no han conseguido descifrar este tipo de comportamiento, consigna La Vanguardia.
El cambio climático, como suele ser habitual en los cambios de comportamiento en los animales, está considerado como el desencadenante de que los murciélagos vuelen distancias tan exageradas. Además, la comunidad científica considera que el cambio climático tendrá un gran impacto sobre los murciélagos aunque los expertos reconocen que aún hay mucho que investigar.
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