Después de casi dos años padeciendo las consecuencias de la pandemia del Covid-19, es casi imposible pueda haber alguien en el mundo que no se haya enterado de la existencia del coronavirus. Sin embargo, ha sido así para Panta Petrovic, un ermitaño serbio que vive en una cueva elevada junto a su cerda salvaje de más de 200 kilos, evitando todo contacto con los demás.
El hombre solo baja a la civilización en ocasiones contadas cuando necesita artículos indispensables que no puede encontrar en la naturaleza. Y fue así como se enteró, después de casi dos años del inicio del Covid en China, de que el mundo estaba viviendo una pandemia. Los vecinos fueron los que le advirtieron de los peligros del virus y lo fácil que era contagiarse.
Según publica La Vanguardia, Petrovic no lo dudo y decidió que tenía que vacunarse para estar protegido. A sus 70 años de edad, las condiciones en las que vive y estando completamente solo, si el coronavirus llegara a su cueva sus días estarían contados. El ermitaño ya recibió las dos dosis de la vacuna y ahora insta a los vecinos y a todo el mundo a hacer lo mismo, para acabar de una vez por todas con esta pandemia y no poner en peligro ninguna vida más.
Aunque él sigue con su estilo de vida bajo la convicción de que “el dinero está maldito”. No obstante, el acto de Petrovic ha sido aplaudido por miles de personas, que admiran su decisión de vacunarse a pesar de vivir solo en una cueva, por lo que resulta más complicado contagiarse.
Foto: Instagram/ hispantv.canal.