Las cualidades terapéuticas de la marihuana se conocen desde hace siglos, en especial como analgésico o como auxiliar en la curación de ciertos tipos de cáncer. No es cura pero sí placebo, calma y relajación para momentos muy dolorsos o/u incómodos.
Y aunque la marihuana en muchísimos países está prohibida, hay lugares en el mundo en los que eso no sucede se esa manera. La organización asentada en Merced, California, integrada y dirigida por mujeres, le escapa al prejuicio de la planta. Son monjas que cultivan.
Las Hermanas del Valle en su origen estuvieron relacionadas con el catolicismo pero hoy ellas se definen como ?monjas anárquicas? a la manera de Santa Escolástica, hermana de San Benito de Nurcia (fundador de los monjes benedictinos y de la regla monacal).
Su labor está inspirado en llevar alivio a otros, en este caso, bajo la forma de analgésicos a base de marihuana producidos artesanalmente.
Las monjas mismas cultivan, cosechan y procesan la planta para elaborar pomadas, tónicos y otros auxiliares terapéuticos.
Estas monjas venden sus productos por Internet en su página web, lo que es de gran ayuda para personas que sufren de enfermedades y dolencias.
¿Qué te parece la labor de estas atípicas monjas? Cuéntanos en los comentarios.
Fotos: Shaughn Crawford y John DuBois.