Kirill Tereshin es un luchador ruso que ha modificado su cuerpo. El diámetro de sus bíceps es de más de 60 centímetros, incluso superior al de su cráneo.
Tereshin se hizo conocido en todo el mundo hace un par de años por lo enorme de sus bíceps, lo que lo llevó a tener el apodo del “Popeye ruso”.
Hace un par de años cuando los quiso estrenar en las artes marciales mixtas sufrió una humillación de proporciones. En el ring se notó la falta de agilidad en sus brazos, lo que finalmente llevó a que se rindiera y abandonara el combate contra el luchador Oleg Mongol, dos décadas mayor que él, en el primer asalto.
Ahora sufrió el reventón de sus músculos en pleno combate de MMA. “Reventé mis músculos durante el combate; este es el final”, dijo el ruso de 25 años según recoge Men’s Health.
“Fue una estupidez”, reconoció Tereshin tras las consecuencias que le trajo inyectarse silicona en los brazos y que terminó deformándole el cuerpo.
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