Gran conmoción causó en la localidad alemana de Idar-Oberstein el homicidio de un empleado de una gasolinera, a manos de un cliente que se negó a usar la mascarilla.
El trabajador advirtió al asesino, un hombre de 49 años, que usara el tapaboca al entrar en la tienda de la estación de servicio, pero según la policía el sujeto, lo que derivó en una discusión entre ambos.
El empleado de la gasolinera, un estudiante de 20 años, se negó a venderle al cliente un pack de cervezas, por su negativa de ponerse la mascarilla en el lugar, una medida obligatoria en Alemania.
El hombre salió de la gasolinera, para más tarde volver, con la mascarilla puesta, y matar al empleado. Según informó la policía, en la caja se quitó el tapaboca, sacó un arma y disparó al joven, quien murió en el lugar.
El individuo se dio a la fuga y no pudo ser encontrado por las autoridades durante la noche, a pesar que se utilizó hasta un helicóptero. Con la luz del día el asesino se entregó a la policía, publica Marca.
Una vez que fue arrestado, el acusado explicó, según declaró el fiscal Kai Fuhrmann, que se sintió “acorralado” por las medidas sanitarias de la pandemia del Covid-19 y que las percibía como una “creciente violación de sus derechos”.
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