Vanner Johnson, originario de Utah (EE.UU.), se hizo un test de ADN “por diversión”, sin embargo, grande fue su sorpresa al descubrir que no era el padre biológico de su hijo.
“Cuando miré esa página y vi la frase: ‘padre desconocido’ pensé ‘¿qué quieres decir con padre desconocido, si yo soy su padre?'”, contó según recoge La Vanguardia.
Donna, su esposa agregó que “cuando vimos esos resultados supimos que debía haber algo mal”.
Sin embargo, todo se remonta al año 2007 donde la pareja acudió al Centro de Medicina Reproductiva de la Universidad de Utah para tener un hijo por medio de la fertilización in vitro.
Pagaron el tratamiento, cumplieron con todos los pasos y 9 meses después nació su esperado bebé, pero durante la fecundación ocurrió algo de lo que ellos se enteraron recientemente 12 años más tarde.
Según explicaron el óvulo de Donna fue fertilizado por el esperma de otra persona durante el proceso. “Yo entendía que existe la posibilidad de algún error durante los tratamientos, pero realmente no es común, es muy remota”, dijo el hombre.
“Hubo muchas emociones que tuvimos que superar. Tuvimos que separar lo que es el amor por nuestro hijo, que no ha cambiado ni por un segundo, del problema que estábamos tratando. ¿Cómo pudo suceder y qué hacemos ahora?”, describió Vanner.
La pareja decidió esperar un año para contarle a su hijo lo que había ocurrido con su nacimiento. “Lo llevé a dar un paseo en nuestro coche, en realidad íbamos a tomar un helado. Quería asegurarme de que su atención estuviera solo en nuestra conversación”.
“Él sabía que su nacimiento fue producto de un tratamiento de fertilización así que le dije: ‘Resulta que cuando lo hicimos, sucedió algo y no estamos seguros de lo que ocurrió, pero en realidad no soy tu padre biológico'”, le dijo.
El joven no podía creer lo que estaba escuchando. “¿En serio?”. Una charla dura, emotiva, en la que el chico simplemente se limitó a decir lo único que importaba: “Me dijo que me quería”.
Foto: Captura de video