El equipo legal del actor presentó una demanda para impugnar la destitución del juez encargado del divorcio de la pareja, la que se produjo luego de que Jolie acusara de que benefició a su exesposo por ser famoso.
La batalla legal entre Brad Pitt y Angelina Jolie continúa. El divorcio entre las superestrellas lleva casi cinco años embotellado en un largo proceso judicial. Uno de los avances del caso fue la resolución de custodia compartida de los seis hijos de la pareja, pero es posible que el juicio tenga que volver a comenzar tras las recientes acciones de la actriz.
Jolie consiguió a principios de mes que destituyeran al juez encargado de decidir sobre su divorcio, alegando que le había dado a Britt un trato de favor por ser famoso. Bajo la queja de que no había permitido a tres de los niños testificar en contra de su padre, el tribunal accedió a quitarle del caso.
Esta decisión llegó después de que el magistrado, John Ouderkirk, fallara a favor del actor y concediera la custodia compartida, algo de lo que la actriz aseguró que apelaría.
El enfrentamiento continúa ahora que Pitt presentó una demanda para impugnar la decisión y anular la destitución del juez Ouderkirk. La expareja ahora depende del tribunal para saber si se anulará todo lo decidido hasta ahora.
El equipo del intérprete de “Bastardos sin gloria” habló con la prensa y criticó duramente a Jolie por haber ido en contra del juez que el matrimonio había decidido conjuntamente, consigna 20 Minutos.
En California, las leyes permiten contratar a abogados privados para sobrellevar los casos de manera más discreta. Ouderkirk fue el encargado de casarlos en 2014 y había prometido mantener secreto de sumario durante el proceso. Por eso, el abogado de Pitt ha acusado a la actriz de haber demandado al juez como estrategia de distracción para retrasar que el acuerdo de custodia llegue a hacerse efectivo.
Además de este recurso, el equipo legal de Pitt extendió sus problemas judiciales a Europa e interpuso otra demanda en Luxemburgo para luchar por la posesión de Château Miraval, una propiedad valorada en 164 millones de dólares situada en Francia. Un espectacular viñedo que fue testigo de la boda de la pareja en 2014 y tiene un especial valor sentimental para ellos.
Sin embargo, Angelina y Brad están lejos de los sentimentalismos estos días. Cada intervención de la intérprete en la prensa constituye una nueva oportunidad para aportar más información negativa del que fuera su marido. En la última ocasión aseguró que había temido por la integridad de su familia durante los peores momentos de su relación.
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