En 1840, una pequeña etiqueta postal adhesiva cambiaría la historia del mundo. Antes de esa fecha, el destinatario pagaba los gastos de envío. A partir de la creación de Penny Black, el primer sello de la historia, Reino Unido concebía el sistema de franqueo tal como lo conocemos y con él comenzaban los albores de la comunicación masiva y global. Ese primer Penny Black, una de las piezas filatélicas más codiciadas del mundo, salió a subasta este 7 de diciembre con un precio estimado entre 4,7 y 7,1 millones de euros.
Con una tarifa plana de un centavo, el sello se utilizó a partir del 6 de mayo de 1840 y se estableció como una forma alternativa de prepago: “Este sello cambió las reglas del juego, ya que permitió que las personas de todos los niveles de la sociedad y las empresas prosperaran”, afirmó en un comunicado Henry House, de la firma Sotheby’s, cuya sede londinense acoge la subasta.
El Penny Black, que no ha encontrado comprador, contiene un retrato pequeño y ahora icónico de la cabeza de la joven Reina Victoria de perfil con las palabras “Postage One Penny” (‘correo de un penique’). Es una impresión impecable, sin usar, y procede de la primera placa impresa y con letras A-I. Se piensa que hay solo tres sellos que han sobrevivido de la primera hoja. Los otros dos forman parte de la colección del Museo Postal Británico
El sello está unido a un documento fechado el 10 de abril de 1840, procedente del archivo personal del reformador del servicio postal británico Robert Wallace. Se trata de una prueba de la “Papelería Mulready” que había sido encargada también por el Gobierno como un medio alternativo para pagar el franqueo por adelantado. En ella Wallace escribió. “Primera prueba de la cubierta de la estampilla postal de Penny, presentada al Sr. Wallace por el canciller de la Exchequer, Francis Thornhill Baring. 10 de abril de 1840”.
El gobierno británico entregó tanto el sello como la prueba a Wallace en señal de agradecimiento por el cambio revolucionario en el sistema postal. Las dos invenciones complementarias, fechadas y respaldadas por Wallace a lápiz, se conocen hoy como el “Documento Wallace”, la reliquia más codiciada de la filatelia, recoge ABC.
Penny Black versus Mulready
En 1840 se llevó a cabo una encuesta para determinar el mejor método para proporcionar una prueba de que el remitente había pagado. Partían como favoritos los Penny Black y los Mulready. Estos últimos eran sobres y cubiertas con diseños del artista William Mulready R.A., que fueron concebidos originalmente como la mejor forma para que el público pagara por adelantado los gastos de envío.
En ese momento, el Penny Black se consideraba secundario a la papelería, simplemente como un medio para pagar el franqueo excesivo en los sobres Mulready. Sin embargo, la escala de la producción de papelería frente a los pequeños sellos resultó insostenible, y el Penny Black prevaleció.
Foto: Sotheby’s.