Tras la aparición y propagación de la variante Delta del Covid-19, varios gobiernos han optado por una tercera dosis o de “refuerzo”, como una forma de proteger a su población.
Sin embargo, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) dijo esta semana que la aplicación de una tercera dosis no es urgente.
“Según la evidencia actual, no existe una necesidad urgente de administrar dosis de refuerzo de vacunas a individuos con pauta completa en la población general”, señala el informe técnico.
Las pruebas sobre la eficacia en el mundo real muestran que todas las vacunas autorizadas en la región tienen un alto índice de protección contra las hospitalizaciones, los casos de enfermedad grave y las muertes relacionadas con la COVID-19, dijo el ECDC.
Por su parte, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dijo que aún no ha concluido su evaluación de los datos sobre la dosis de refuerzo, aunque respaldó la opción de proporcionar una “adicional” como “medida de precaución” a personas mayores e inmunodeprimidas.
Sin embargo, la agencia aclaró que hay una diferencia importante entre las “dosis de refuerzo”, destinadas a personas con sistemas inmunológicos normales, y las “dosis adicionales” para individuos inmunodeprimidos.
Cabe recordar que hace algunos meses la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a las naciones más ricas no administrar una tercera dosis y por el contrario, priorizar esas vacunas para los no vacunados.
Sin embargo, países como Estados Unidos, Israel y Chile han hecho caso omiso a ese pedido y han comenzado a administrar una tercera dosis.
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