Heather Shumaker, es una norteamericana autora de varios libros que hablan sobre el tema y está convencida de que en la educación primaria, la correlación entre los logros académicos y el tiempo que un niño pasa haciendo tareas, es de cero y que eso hace que los chicos se desenamoren de la escuela.
Según experimentos que realizó la autora hacer tareas en casa no le aporta nada al proceso de aprendizaje de los menores que están en edad escolar primaria.
Entrevistada por el portal Salon a raíz del lanzamiento de su más reciente libro titulado ?Está bien subirse por el rodadero: Reglas renegadas para criar niños seguros y creativos?, sostiene que la educación primaria está mal planteada, y defiende la individualidad de los niños y el derecho a comportarse de forma diferente.
Este libro es el fruto de años de investigación y de revisión de por lo menos 180 estudios que han medido la correlación entre las labores académicas conocidas como tareas y el desempeño escolar de los estudiantes.
Su teoría es respaldada por otro experto en el tema, Harris Cooper, de la Universidad de Duke, quien consultado por el mismo medio dijo que:
?No hay evidencia de que las tareas, sin importar su cantidad, mejoren el desempeño académico de los estudiantes de primaria?.
Para ella, los niños tienen que enfocarse en otras cosas. Y aunque reconoce que tradicionalmente las tareas son relacionadas con el desarrollo de la responsabilidad en los niños o con la creación de buenos hábitos que los ayudarán a desenvolverse mejor cuando lleguen a la secundaria, sostiene que en un niño de esa edad tiene otras cosas en las que necesitan enfocarse como: "correr, hacerle muecas a su hermana, cantar, cortar una zanahoria?.
?Si las tareas, la escuela y el aprendizaje los impactan de forma negativa a la edad de 5 o 6 años, tienen muchos años por delante? Es un desastre en potencia?, asegura Shumaker.
También agrega: "las expectativas de los adultos sobre los niños van en contra del desarrollo natural de un menor y los estresan. Como adultos estamos todo el tiempo tratando de poner a los niños en una especie de caja cuantificable para cada edad y etapa. Y cuando los niños no encajan, por ejemplo cuando no están listos para leer en el jardín, pues los metemos a un refuerzo de lectura?.
Por otro lado también habla del temor con el que los padres crían a los niños de hoy y que los lleva a querer mantenerlos en casa, sin que salgan ni jueguen ni siquiera en la vereda.
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