Robert Prevost, estadounidense nacionalizado peruano, fue elegido como el nuevo Papa y asumió el nombre de León XIV, convirtiéndose en el segundo pontífice de la región.
En su primer mensaje, destacó la paz y la esperanza como ejes centrales. El padre Narciso Velázquez calificó su elección como un “regalo de Dios” en tiempos difíciles y resaltó su perfil humilde y misionero, recordando que pertenece a la orden de los agustinos, conocidos por vivir de lo que reciben y por su labor pastoral.