Dormir la siesta debe ser una de las prácticas más agradables del día a día, aunque lamentablemente en la actualidad es bastante difícil poder disfrutar de ella.
Pero lo cierto es que dormir la siesta es bastante beneficioso para la salud. Sobre todo en países que experimentan cambios de hora, de verano a invierno. El doctor William Anthony, profesor de la Universidad de Boston, cree que en el caso de Estados Unidos, que experimenta este cambio, es necesario ese plus de sueño durante todo el año, y no solo el día que han dormido una hora menos.
La segunda razón es que tomar la siesta recarga nuestras baterías. Un estudio de la NASA reveló que los astronautas que dormían una siesta de 40 minutos mejoraban sus prestaciones un 34%. Pero, además, la totalidad de las personas que participaron en el estudio confirmaron que estaban más alerta que antes de ese sueño.
Un estudio realizado entre mujeres reveló que aquellas que estaban más privadas de sueño tenían más tendencia a comer alimentos con azúcar añadido, grasas y cafeína. La razón es que se cree que esa falta de sueño provoca un aumento del hambre y suprime las señales hormonales que envían al cerebro la sensación de saciedad en el cuerpo.
Por otra parte, un estudio publicado en la revista científica Heart reveló que tomar la siesta una o dos veces a la semana, con un sueño de entre 5 minutos y una hora, podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o accidentes cerebrovasculares, recoge El Confidencial.
Finalmente, la siesta es beneficiosa que potencia la creatividad. Otra investigación reveló que el lado derecho del cerebro, el que está más asociado a labores creativas, puede experimentar una chispa durante la siesta, por lo que al despertarnos podemos sentirnos más creativos que antes del sueño.
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