Los cimientos de la historia de amor futbolístico de Santiago Cazorla se pueden encontrar en el norte de España, después de haber pasado un periodo de su juventud en el club de su ciudad natal, el Real Oviedo, equipo al que regresó este verano.
“En este campo que estáis viendo ahora que esta un poco estropeado, aquí es donde jugaba yo prácticamente todos los fines de semana durante 9 años”, contó el mismo.
Después de comenzar su carrera en Oviedo, el entonces joven de 18 años, pasó los siguientes 9 años refinando su talento en La Liga, incluyendo un periodo en Villareal, donde acumuló 248 apariciones y una temporada impresionante en Málaga, esto llamó la atención del Arsenal, donde fue protagonista de la UEFA Champions League.
“Arsenal me dio el empujón definitivo para ser un jugador más contrastado en todos los sentidos. Me dio un crecimiento individual espectacular”, expresó.
Lamentablemente, una lesión de tobillo de larga duración puso fin a su estancia en el norte de Londres.
“La operación esta fue sencilla. No era complicada pero el problema lo tuve después, porque en el quirófano me entró una bacteria y eso si que fue el problema gordo, porque empecé a comerme el talón de Aquiles. En una de las operaciones, la piel no me cerró, no me cicatrizó. Entonces fue cuando el médico me dijo: Necesitamos hacerte un injerto de piel”, comentó.
“Por suerte estoy bien, que es lo importante. Son heridas de guerra”, indicó.
De baja durante 668 días agotadores, contra todo pronóstico, la carrera como jugador de Cazorla, revivió.
Pasó dos temporadas en Villareal y tres en Qatar, antes de regresar al norte de España, donde el jugador de 38 años espera tejer la misma magia que lo vio electrizar a los aficionados al fútbol a lo largo de su carrera.
“Quiero que me recuerden como una persona que siempre ha intentado sumar, que siempre ha intentado dejar todo por el equipo. Que tengan un buen recuerdo en ese sentido; en lo personal y en lo futbolístico”, aseveró.