Aunque pocos lo saben, existe una disposición municipal que sanciona como “falta grave” el hecho de salpicar o mojar a transeúntes en días de lluvia.
Esta normativa busca evitar molestias y promover una conducción más responsable, aunque su aplicación no es muy frecuente. A pesar de ello, quienes infrinjan la regla podrían enfrentar multas, dependiendo de la reglamentación de cada municipio.