Apropiarse de un patrullero policial, generalmente, es un delito grave. Vean si no la película “Cop Car“, del año pasado, en la cual dos niños se quedan con el auto de un oficial corrupto y se suceden aventuras insospechadas y trágicas.
Pero en este caso, cuando los oficiales del Departamento de Policía de Parma, Ohio, Estados Unidos, volvieron a su vehículo y encontraronn un inesperado visitante, decidieron hacer algo diferente.
Esto es porque el que ocupa del patrullero era una pequeña paloma a punto de ser mamá que construyó su nido en el agujero entre el parabrisas y el motor, seguramente atraída por el calorcito de una máquina recién apagada.
En lugar de expulsarla, los policías decidieron construirle un pequeño refugio con un paraguas violeta.
A medida que los días pasaban y para mantenerla seca, los policías fueron reemplazando el “techo” de su hogar con diferentes objetos.
“Nuestros oficiales son seres humanos como cualquier otro. Nos preocupamos por todas las vidas, humanas y animales, por lo que le tomamos cariño a la paloma, la nombramos Gerty, y decidimos que podía quedarse y cuidar de sus pequeños en el patrullero”, reflexionó el vocero de la fuerza de seguridad, Kevin Riley.
¡Que suerte que no le hicieron caer todo el peso de la ley encima! Al fin y al cabo, la pequeña Gerty es una madre confundida, no un verdadero criminal, y la idea del paraguas es hermosa y tierna.
Bien ahí, Policía de Parma, ustedes demostraron ser azules, pero con un corazón resplandeciente de oro.