Un bebé de 2 años cayó en un pozo de 25 metros en Capiatá, tras ingresar accidentalmente a un respiradero. Afortunadamente, un grupo de personas reaccionó rápidamente y se organizó para rescatar al pequeño con éxito.
Gracias al esfuerzo y la coordinación de los rescatistas, el menor fue sacado sano y salvo.