Feligreses continúan llegando con fe y devoción a la Basílica de la Virgen de Caacupé, preparándose para la gran celebración del 8 de diciembre. El lema de este día fue: “Esperanza para enfermos, abandonados y marginados”. Durante la homilía, se abordaron varias denuncias sociales que reflejan las preocupaciones de la comunidad.