La gimnasta estadounidense Simone Biles luchó contra las lágrimas mientras culpaba al FBI por hacer la vista gorda ante ella y cientos de otras mujeres y niñas que fueron abusadas sexualmente por el exmédico del equipo nacional de gimnasia de Estados Unidos, Larry Nassar.
“Creo sin lugar a dudas que las circunstancias que llevaron a mi abuso, y permitieron que continuara, son directamente el resultado del hecho de que las organizaciones creadas por el Congreso para supervisarme y protegerme como atleta, USA Gymnastics, United States Olympic y el Comité Paralímpico, no hicieron su trabajo”, dijo Biles durante su discurso de apertura a los miembros del Comité Judicial del Senado este miércoles.
La campeona olímpica y sus compañeras McKayla Maroney y Aly Raisman testificaron contra el depredador sexual y han sido muy claras en sus palabras: no sólo fue Nassar, sino que la propia Federación y el mismísimo Comité Olímpico de Estados Unidos, consigna 20Minutos.
“Yo he sido víctima de abusos sexuales. Sufrimos y seguimos sufriendo. Soy fuerte, pero no debieron dejarnos solas. Merecemos respuestas”, pidió la gimnasta.
“Estoy convencida de que si no hablamos, esto seguirá sucediendo, aseguró, y fue muy elocuente en sus palabras, con la voz rota. “No quiero que ningún otro joven deportista olímpico o ningún otro individuo sufra el horror que yo y que otros cientos han soportado y continúan soportando hasta hoy. Para ser clara: culpo a Larry Nassar, pero también a todo el sistema que permitió y perpetró su abuso. La Federación de Gimnasia de Estados Unidos y el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos sabían que yo estaba siendo abusada por su médico del equipo”, afirmó.
Biles también citó el caso de Maggie Nichols, una gimnasta de su generación que se atrevió a denunciar los abusos antes de que estallara este caso. La reacción de USA Gymnastics y del Comité Olímpico fue dejarla fuera del combinado nacional. Su historia se puede revivir en el documental “Atleta A”.
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