Imagínate si pudieras usar el mismo par de calcetines, día tras día, sin que nadie se dé cuenta, sin que ninguno de tus compañeros de trabajo te pida alejarte de él por oler mal.
Imagínate un mundo donde las montañas calcetines no se escondan en los rincones oscuros de tu habitación a la espera de ser lavados. Un mundo en el que nunca tendrás que lavar y, por tanto, nunca se perderás, otro maldito calcetín de nuevo. Ese mundo es posible.
Una granja en Devon, Reino Unido, ha fabricado sin sabelor calcetines resistentes al olor. Todo lo que necesitas es tener un par, y puede que nunca más tengas que lavar un calcetín de nuevo.
Steve y Jenny Whitley han criado cabras de Angora desde 1986 en la Granja Corrymoor. Las cabras son esquiladas dos veces al año y su pelaje se utiliza para hacer bufandas, cubrecamas y, lo más importante, calcetines.
Sin embargo, fue hace poco tiempo que se dieron cuenta de que sus calcetines tienen superpoderes.
Ellos solían vender sus calcetines con la promesa de que iban a ofrecer comodidad y durabilidad, pero en realidad sus clientes descubrieron sus increíbles propiedades repelentes al olor.
"Los clientes comenzaron a decirnos que podían usarlos durante días sin que se volvieran rígidos o malolientes. Un director de orquesta se jactó de que él usado los suyos durante un año sin lavarlos", cuenta Steve.
Los calcetines, que se venden a entre 9 y 14 libras el par (13 y 20 dólares), se pueden usar semana tras semana, en condiciones extremas sin desprender olores (aunque admiten que por lo general se deberían lavar cada quince días, pero eso es sólo tu elección).
Si quieres vivir la experiencia puedes comprarlos acá. Yo al menos prefiero usar los calcetines comunes y corrientes.