Russell Jones, un británico que reside en Londres, descubrió que su perro de ocho años, Lurcher Billy, comenzó a cojear justo un día después de que él se rompiera el tobillo.
El hombre estaba tan preocupado por su compañero de aventuras que, incluso, lo llevó al veterinario para averiguar qué le había sucedido en aquella pata, aparentemente, lesionada.
Sin embargo, después de gastar 300 libras (unos 400 dólares) en consultas médicas, nadie pudo encontrar nada extraño en la pata de Lurcher y su mentira se descubrió cuando empezó a caminar con normalidad por el establecimiento.
Al día siguiente, Russell y su esposa, Michelle, se dieron cuenta que el animal solo cojeaba cuando se encontraba alrededor del hombre, que caminaba cojeando a causa de su lesión en el tobillo. Así, descubrieron que el perro solo cojeaba para imitar a su dueño herido, consigna Daily Mail.
A través de su perfil de Facebook, Russell compartió un video de Lurcher cojeando junto a él, con la leyenda: «Me costó 300 libras en honorarios de veterinario y radiografías, nada malo, solo simpatía. Lo amo».
El caso ocurrió en junio de 2020, pero no fue hasta hace poco que Russell compartió con el mundo el gesto de su perro y, rápidamente, se volvió viral.
Foto: Captura de video.