"Fue una estupidez", reconoció Kirill Tereshin, tras las consecuencias que le trajo inyectarse silicona en los brazos.
"En el fútbol ganar nunca es matemático incluso si tienes a los mejores en tu equipo", señaló el brasileño.
El abogado de la demandante definió el acto cometido como un "daño inconmensurable, continuado y de por vida".
"Tenía mucho dolor y tuve que tomar un poco de paracetamol porque tenía dolor menstrual", explicó Raisah Sawati.
Una mexicana residente de Quintana Roo denunció ante la policía a su vecina por colgar su ropa íntima para que su esposo la viera.
"Me gustó, su olor, el toque del metal en la piel", afirma el ruso Yuri Tolochko.
Amy Kupps afirma que algunos hombres se ponen sudorosos, nerviosos y se sonrojan ante su presencia.
Una de las teorías iniciales era que se trataba de "una reacción bioquímica, de un proceso osmótico".
Además de Sudáfrica, esta nueva versión se ha detectado en otros siete países, como Nueva Zelanda, Portugal o Suiza.
“No somos solo atletas o entretenimiento, también somos humanos”, dijo la estadounidense sobre la presión que hay sobre los atletas de alto rendimiento.
Mark y Patricia McCloskey, de 63 y 61 años, se declararon culpables en junio de los cargos de delitos menores derivados del incidente.
Un estudiante de medicina de la Universidad de Calabar, en Nigeria, se topó de frente con el cuerpo de Divine, amigo desde hace años y que estaba desaparecido tras ser arrestado por la policía.
El 16 de agosto se cumplirán 44 años del fallecimiento del artista, aunque hasta ahora las circunstancias que rodearon su muerte no son del todo claras.
El profesor de física finalmente admitió, aunque con reticencias, que había perdido y pagó la apuesta.
Jade Carey hizo una presentación perfecta en suelo, que le valió la presea que se esperaba que fuera para Biles antes de retirarse.
Michael Freedy, de 39 años, quería esperar un año antes de vacunarse para ver si las personas inoculadas tenían reacciones adversas.
"En el hospital me dijeron que tenía que pesar como máximo 111 kilos para que me tuvieran en cuenta", contó el estadounidense.
A orillas del golfo de Alaska, un enorme edificio compuesto de tres módulos, cada uno de ellos de 14 plantas de alto, alberga la vida de este pueblo de 214 habitantes.
Gracias a las presiones de sus abogados al Gobierno escocés, la monarca está exenta de aplicar una medida clave para la lucha contra la emergencia climática.
Debido a que la isla tiene baja densidad poblacional, capacidad para cultivar alimentos para sus ciudadanos y capacidad de proteger sus fronteras de una migración masiva no deseada.